jueves, 13 de diciembre de 2012

Este era un niño tan tonto, tan tonto, que lo mandaron a comprar lechugas y no compró ninguna porque estaban verdes.
 
En un restaurante, le dice el camarero al cliente: ¿cómo ha encontrado usted la chuleta?, y el cliente le responde: por casualidad, debajo de una patata
 


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